La Asistente.

 Eran alrededor de las 7 de la mañana cuando escuche mi móvil sonar por debajo de mi almohada, intente ignorarlo pero me fue imposible ya que quien haya sido el que me estuviera llamando nunca se rindió. -Hola-respondí medio dormida. -Dios mio Liv no imaginaras lo que ha pasado. -No, ni idea dime-conocía perfectamente esa voz, era Camila mi mejor amiga tan entusiasta y a veces irritante sobre todo cuando eran las 7 de la mañana y el sol ni siquiera había salido totalmente, tuve que tener mucha paciencia cuando me contó una mini historia de cómo había intentado calificar para ser pasante en la firma de Fiore y como había fracasado ya dos veces pero esta tercera fue la vencida y la habían llamado para que se presentará ese mismo día y como era de esperarse ella quería que yo la acompañase y le diera todo el ánimo posible, sabía lo importante que era para ella obtener aquella prestigiada pasantía así que no tuve opción y acepte en hacerle compañía. La pobre Camila pasó todo el tiempo libre preparándose tanto psicologica como fisicamente para su entrevista, gasto dinero en un salón de belleza, en ropa y accesorios nuevos solo para la ocasión, no entendía el exceso de importancia que le estaba dando a todo eso, sabía que obtener una pasantía era importante pero que tenía de especial ser parte de una empresa como esa, en verdad no quería estar en su lugar, la pobre era una enorme bola de nervios, en cambio a mi me divertía ver su comportamiento ya que ella nunca actuaba de esa manera, cuando estuvo lista no tardó en examinar y criticar la vestimenta que yo había elegido ya que según ella la consideraba inadecuada para la ocasión. Cuando llegamos a la empresa realmente quedé impactada y no esperaba menos era un enorme edificio que parecía hecho de cristales,tan solo observar el sol reflejarse en la estructura podría dejarte ciego, atravesamos las puertas y una joven rubia nos atendió de inmediato, era obvio que ya estaban esperando a Camila, tuvimos que tomar el elevador y subir al piso 65, yo le tenía terror a la alturas y casi tuve que rezar cuando sentí la sensación de cómo nos elevábamos hasta llegar a nuestro destino, salimos del elevador y caminamos por un pasillo hasta llegar a una especie de sala de espera donde tomamos asiento hasta que Camila pudiera pasar a una de las oficinas que estaban por ahí, teníamos unos 15 minutos esperando cuando escuchamos el elevador abrirse y de el salió una mujer de unos 50 y tantos la cual se acercó con bastante prisa a donde estaba la chica rubia. -Brenda querida lamento avisarte de esta manera pero el Sr.Fiore está aquí. -Es una broma, tengo a una pasante esperando, se supone que regresaría el viernes de la próxima semana. -Al parecer sus compromisos fueron cancelados en Irlanda y regresó hoy sin avisarle a nadie antes, llega en 20 minutos. La rubia enloqueció y realizó un total makeover a la habitación, recibió una llamada telefónica y después se retiró y regresó a los 10 minutos, totalmente diferente, con más maquillaje y el cabello suelto, la chica le informo a mi amiga que seria el Sr.Fiore quien la entrevistaría para su pasantía y esta casi se desmaya, tuvo un ataque de pánico y empezó a caminar diciendo que era incapaz de manejar eso y que si había alguna manera de cancelar su cita a otra en la cual él no estuviera presente pero la chica se negó, fueron los 20 minutos más largos para Camila a pesar de mis intentos por tranquilizarla todo fue en vano. -El ya está aquí-nos comunicó la rubia-subirá en unos instantes. Cuando el elevador se abrió Camila y la chica se levantaron de sus asientos y al ver que yo no lo hice mi amiga me jalo del brazo para que lo hiciera yo también, él atravesó las puertas con un aire despreocupado, elegancia y cierta arrogancia en su caminar, era el mismo Anthony Fiore en persona, alto, de cabello castaño rojizo y ojos marrones, a pesar de no estar interesada en nada tuve que contener un suspiro en mi garganta porque en definitiva era un hombre que podía quitarte el aliento y cuando se nos acerco mis pulmones se ahogaron en su fragancia italiana, un "wow" quedó atrapado en mis labios, saludo a la chica del escritorio y después se giró hacia nosotras. -Brenda me dijiste que era solo una pasante no dos. -Así es señor solo es la joven de azul-le respondió ella, Fiore miro a mi amiga de arriba abajo examinando con la mirada, no podía creer que fuera tan superficial y arrogante, después me miro a mi haciéndome sentir una tonta cuando sonrió al ver mis pantalones cuadrados segundos más tarde el se retiro sin decirnos absolutamente nada. -Tremendo grosero y estirado, ni siquiera se presentó-dije. Camila me miró con los ojos muy abiertos, después se retiró para que el pudiera entrevistarla, había pasado ya casi 1 hora no podía dar crédito a eso, era demasiado tiempo y me estaba volviendo loca ya que la paciencia no era lo mío después de unos instantes la chica rubia quien se había marchado tiempo atrás regreso con una cara enojada y tomó asiento detrás del escritorio que estaba frente a mi. -Se ha marchado, tú puedes irte también-me dijo, me quede perpleja, acaso esa desgraciada se había ido sin avisarme nada, me moleste demasiado y me apresure a tomar aquel elevador, esa condenada me escucharía, cuando llegue a la planta baja casi ya no había empleados como cuando llegamos, solo estaban las mismas personas detrás de aquel enorme mostrador frente a las puertas de cristal, justo cuando estaba apunto de salir una voz me detuvo. -Chica, si tu la de los pantalones cuadrados-me gritaron y era la rubia de arriba, Brenda-se detuvo frente a mí-El señor Fiore quiere verte. -A mi?-pregunte -Si y será mejor que te apresures porque él no acostumbra hacer esto.