Capítulo XXXIX-2

2488 Words

—¡Ay, señorita, señorita! —dijo apretando fervorosamente las manos contra la cara—. ¡Si hubiera más como usted, habría menos como yo, muchas menos! —Siéntese —dijo Rose muy seria—. Me aflige usted. Si se encuentra sumida en la pobreza o en la desgracia, me haría muy feliz poder ayudarla. De hecho, si puedo lo haré. Siéntese. —Deje que me quede de pie, señorita —dijo la chica, que todavía estaba llorando—, y no me hable tan amablemente hasta que no me conozca mejor. Se está haciendo tarde. ¿La puerta está… está cerrada? —Sí —dijo Rose, retrocediendo unos pasos como para estar más cerca de pedir ayuda en el caso de que fuera necesaria—. ¿Por qué? —Porque estoy a punto de poner mi vida y las vidas de otros en sus manos —dijo la muchacha—. Yo soy la chica que forzó al pequeño Oliver a regr

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD