Destino Oculto, La Torre de Babel.

La gran empresa Tecnomex era la más alta y reconocida en cuanto a la gama tecnológica de celulares y computadores. Sus dueños, y quiénes comenzaron desde abajo, era la prestigiosa familia Yokosawa. Los dos hijos eran los encargados, desde que su padre enfermó. Calypso era la hermana menor. Con veinticuatro años, era la vicepresidenta de la compañía y quién tenía un compromiso de matrimonio, con el hijo mayor de la familia Masamoto. Importantes inversionistas de la empresa Tecnomex. Ajax , el hijo mayor de la familia. Con veintiséis años, era el CEO de la gran compañía tecnológica. A pesar de ser un joven codiciado, y que las mujeres rondaran a su alrededor, él jamás se comprometió con nadie. Vivía de las aventuras sexuales, y del bienestar de la empresa. El joven de cabellos oscuros y ojos turquesa, era el cabecilla de la compañía. Ajax se mantenía siempre con sus dos mejores amigos. Los tres se habían graduado en la misma universidad, y se convirtieron en parte importante de la empresa. Lander Zuke, un castaño de ojos grises, era el extrovertido jefe del departamento de Ventas. Urian Ren, el peliplata de ojos amatista, jefe del departamento de Marketing. Callado y conservador, eran las tres estrellas que mantenían a Tecnomex en la cima. La familia Yokosawa estaba en la cúspide de la tecnología, al tener la primera línea de celulares y computadores de último modelo. Ajax y Calypso tomaron la compañía en sus manos, cuando su padre, el gran creador de Tecnomex, cayó enfermo. La madre de ambos se quedaba en casa, junto a la enfermera que tenían contratada. Todos los cuidados eran necesarios para un hombre con cáncer terminal. La familia Yokosawa tenía un acuerdo de matrimonio con la familia Masamoto, lo cuál llevaría a ambas empresas a unirse. No habían logrado casar a la hija menor de los Masamoto, Luvian de veintitrés años con Ajax. Sin embargo lograron hacer un acuerdo prenupcial con Calypso y el hijo mayor de los Masamoto, Athan. El rubio de ojos azules y veintisiete años, era el siguiente presidente de la Compañía de Inversiones, con la cuál trabajaba Tecnomex. Pero desde que eran niños, los futuros esposos no se habían visto. Y es que Athan fue enviado al extranjero, para que estudiase en las mejores universidades de Europa, y en un futuro, ser el presidente de la Compañía de Inversiones S.A. Ajax se encontraba junto a Lander y Urian. Los amigos estaban terminando la reunión de la mañana. -Así que eso es todo lo que tenemos por ahora- dijo Urian. -Necesitamos que el nuevo prototipo esté en marcha blanca- le dijo Ajax. -Tranquilo- lo calmó Lander- De todas maneras las ventas estarán por los cielos, cuando esté listo. Urian lo miró, sin darle mayor importancia a las palabras de su amigo de Ventas. No pretendía sentir la presión, que le estaba colocando Lander. -De acuerdo. Entonces lo dejo en manos de ustedes- les dijo Ajax. Se levantó del asiento. -¿Vas a ir con nosotros a almorzar?- preguntó Lander, abrazándolo por el cuello- Qué dices. -Tengo una reunión con Calypso. Creo que uno de los inversionistas pidió una junta para mañana- se excusó Ajax- Pero dejemoslo para la cena. Yo invito. -Te vamos a cobrar la palabra-  le dijo Urian. -Trataré de no llegar tarde- les sonrió Ajax. Luego salió de la oficina, seguido por sus dos amigos. Y así era. Los tres chicos más codiciados de la empresa, estaban solteros y al ser mejores amigos, decidieron, hasta que alguno encuentre pareja, vivir juntos. Calypso por su lado, se encontraba en la oficina principal. Había recibido una llamada desde el extranjero, uno de los compradores de Alemania. Motivo por el cuál, debía reunirse con su hermano. Mientras en la oficina de Marketing, Urian revisaba los prototipos de celulares que le había enviado el fabricante. Estaba ensimismado en su trabajo, cuando escuchó la puerta. -Adelante- dijo el peliplata. Sin darle importancia a quién entraba. -Qué maneras son esas de atender al jefe de Ventas- se quejó Lander. -¿A qué vienes? Recién salimos de la reunión- le dijo Urian. -Vengo a ver el producto que pondremos en venta. Ya sabes que mi departamento es prestigioso y no me gustaría que decayera, por algún error. -El único error- le dijo Urian, sin dejar de ver los prototipos- Es haberte puesto a ti de jefe, en un lugar que te queda enorme. Lander se molestó. Se acercó a la mesa y tomó a su amigo de las ropas, acercando sus rostros. -No sabía que pensabas así de mí- le sonrió el castaño- Nací para ser jefe. -Naciste para ser el puto de Ventas- le dijo, sin reparos Urian- Maneja mejor tu vida privada, o todos sabrán con quién dormiste. Lander se acercó más al peliplata, quedando sus rostros a escasos centímetros. -¿Estás pendiente de lo que hablan de mí o de mi vida privada?- sonrió sarcástico el castaño. -Primero que todo, no estoy pendiente de ti- le corrigió Urian- Segundo, no tienes nada de privado. Todos saben lo que haces y por lo que me preocupo, es por el bienestar de la empresa y Ajax. Lo que tú hagas o dejes de hacer, no me ineteresa. -Qué simpático- dijo Lander, alejándose- Te venía a buscar para el almuerzo- se alejó de la mesa y salió de la oficina. Urian dejó el prototipo y suspiró. -Por qué siempre es así- se levantó de su asiento,  y fue por un vaso de agua. Mientras en la oficina de reuniones, Ajax se encontraba junto a su hermana Calypso. La chica no dejaba de mirarlo. -¿Cuándo vendrás a casa?- preguntó la pelinegra- Al menos ven de visita. Nuestra madre te extraña. -Lo sé- le dijo Ajax- Pero no quiero que mí padre me esté jodiendo con lo del matrimonio. Sabes que eso no va conmigo. -Sé que no te interesa- dijo la chica- ¿Tienes miedo, por qué eres gay?. Ajax abrió los ojos con sorpresa. -¡¿De qué carajos hablas?!. ¡Yo no soy gay!. -Tranquilo- le dijo Calypso- Es que nunca te has reafirmado en una relación. -No me interesa tener nada serio- respondió molesto Ajax- Para eso existen las aventuras. -Sí- dijo la chica- Tengo una lista con todas tus ex novias molestas. -No son novias- dijo Ajax- Simplemente son para pasar el rato. -Qué bonito cómo te expresas de las mujeres, oniisan. Qué no se te olvide que tienes una hermana y que saliste de una mujer. -No te pongas drástica. -En fin- le dijo la chica- Cuándo encuentres a quién amar, espero que te soporte. Pobre angelito. -¿Vas a seguir?- se quejó Ajax. -No. Comencemos con la reunión. Durante la hora del almuerzo, Lander estuvo algo distraído. Las palabras de su amigo Urian lo habían dejado pensando. Veía a su alrededor, cómo sí sintiera las miradas de los trabajadores de la empresa. Sabía que su vida era desordenada, pero era la misma que llevaba Ajax. Él único centrado del grupo era Urian, y es que el chico se caracterizaba por ser más introvertido y tímido. Sólo un par de chicas habían pasado por ese divino cuerpo, según lo que sabían sus amigos. -¿No vas a comer?- le preguntó Urian- Estás extrañamente callado. -Sólo pienso en lo que me dijiste, siento que todos me están mirando. No entiendo por qué con Ajax no es así. -Porque a pesar de su loca vida, Ajax es más reservado y además sabe donde buscar- le respondió con simpleza Urian- Además, tú no tienes clase. Lander iba a protestar, pero el peliplata le metió un trozo de carne en la boca. -No es bueno pensar y discutir, mientras se come. El alimento no se procesa bien- le dijo Urian- Terminemos, aún hay trabajo. El castaño miró a su amigo, haciendo caso. Continuó comiendo, tratando de ignorar sus pensamientos. Luego del almuerzo, salieron del restaurante. Tenían algo de tiempo, antes de regresar a la compañía. -¿Me acompañarías a un lugar?- preguntó Lander, mientras caminaban. -¿Es muy lejos?. -No, es un lugar cerca, que pocos conocen. Urian asintió y siguió a su amigo. El castaño continuaba pensativo. -Le sigues dando vuelta a lo que te dije. Lander suspiró. -Debería darte las gracias por preocuparte por mí, aunque no me lo digas. Sé que debo ser más cuidadoso, Ajax también me lo advirtió. -¿Ajax?, entonces sí ya te lo había dicho, ¿por qué no le hiciste caso?. El castaño sonrió. -Generalmente espero la última palabra, y siempre es la tuya. Confío en cómo tus ojos me ven- le dijo Lander. Urian se sintió extrañamente feliz, no se imaginaba que Zuke lo viera de esa manera. Continuaron su andar, hasta un camino de árboles. Al cruzarlos, había un sendero oculto que llevaba a una pequeña playa. -¿Qué es éste lugar?- dijo Urian, sorprendido de su bellaza. -Es una playa, que se formó con los cambios de la tierra. Cuando era niño, venía con mí familia. Pocos concen el lugar, y sigue siendo así. -Nunca nos dijiste- le reclamó Urian- Nos conocemos hace mucho tiempo. -Lo sé, no te enojes- le dijo Lander, se sentó en la arena- Es mí lugar de escape, cuando me siento atrapado o triste. Urian lo quedó mirando. -Ven- el castaño lo tomó de una mano y lo jaló, para que se sentara. -Pero. -Sólo siéntate- le dijo Lander. Urian dejó de protestar y se sentó a su lado. Ambos miraban el mar. -Gracias por estar siempre a mí lado- le dijo el  ojigris. -Estoy seguro que te perderías sin mí. Sólo sé cauteloso, busca tus aventuras fuera de la oficina- le aconsejó Urian- Y deja de ser un niño. Lander sonrió- Lo sé, prometo que cambiaré- puso su cabeza en el hombro ajeno. Urian lo miró de reojos. Se mantuvieron así por largos minutos. -Debemos regresar- le dijo el peliplata. Lander se desperezó- Bien. Regresemos al trabajo. Mientras en la empresa, Ajax y Calypso habían terminado la reunión y fueron juntos a almorzar. De regreso, cada cuál continuó en sus labores. Ajax se encontraba en su oficina, revisando unos documentos. Necesitaba el prototipo del nuevo celular que lanzarían. Llamó a su secretaria Debby, y pidió que lo contactara con la oficina de Urian. -Señor, Urian-sama no ha regresado del almuerzo. -¿Salió solo?. -No señor, Lander-sama lo acompañaba. Dijeron que tenían una reunión urgente. Ajax se quedó pensando, seguramente Urian se lo había llevado para hablar con él, sobre el tema de los comentarios en la oficina. Sí el peliplata le hablaba, entonces haría caso. Sonrió. -No importa. Iré yo mismo a buscarlo- Ajax cortó la llamada. Se levantó de su asiento y salió de su oficina, fue directo al despacho de Urian. Seguramente el prototipo estaría ahí. El auto de Urian llegaba a la empresa. Se bajaron en el estacionamieto y luego subieron al ascensor. -Espero que Ajax pudiese almorzar- dijo Lander. -Seguramente fue con Calypso- le dijo Urian- Enviaré el prototipo, ahora. -Es bueno que a la junta le gustara. -Tenemos buenos trabajadores- le dijo el peliplata. -Eres tan buen jefe, que dan ganas de besarte- le sonrió Lander. Urian se sonrojó levemente. -Deja de decir estupideces- le dijo, mirando a un costado. -Oh vamos, sabes que eres un chico muy deseado. Además tienes esos bellos ojos amatistas, que siempre me han gustado. -¿Mis ojos te gustan?- preguntó extrañado Urian- Tú también tienes unos ojos particulares. -Pero no son no expresivos, cómo los tuyos- le dijo con suavidad su amigo- Eres fácil de leer. -¿Qué?- Urian se incomodó- No-soy fácil de leer. Lander sonrió- No lo eres siempre. El ascensor se abrió y bajaron. En el pasillo, se encontraron con Ajax. El pelinegro los saludó con una sonrisa. -Tal parece que tuvieron un buen almuerzo- les djio, acercándose. -Fue bastante provechoso- le sonrió Lander- ¿Qué hacías?. -Fui a la oficina de Urian, a ver el prototipo. Vamos a subir el costo en un quince por ciento- les informó Ajax. -Bien- dijo Urian- Entonces iré a mí oficina y enviaré el producto a la fábrica. Así podrán comenzar ahora. Ajax asintió. El peliplata se dirigió a su oficina. Lander miró al pelinegro. -Te veré a la salida. Recuerda que dijiste que nos ibas a invitar a cenar. Ajax sonrió. -Promesas son promesas. Durante las horas siguientes, el CEO de la empresa estuvo muy ocupado, eran todos los días así. Sin embargo, cuando la carga laboral es muy alta, suele pasar la cuenta.