Capítulo XXVI

3077 Words

Capítulo XXVI La cárcel de Marshalsea se queda huérfana Y llegó el día fijado para que el señor Dorrit y su familia dejaran la cárcel para siempre y las piedras del gastado pavimento no volvieran a saber de ellos. El lapso había sido corto, pero el anciano se había quejado de él amargamente, apremiando al señor Rugg por el retraso. Lo había tratado con arrogancia y había amenazado con contratar a otro. Le había exigido que no utilizara como excusa el lugar en el que lo había encontrado, no, señor, sino que hiciese su trabajo, y lo hiciese con presteza. Le había dicho que sabía bien cómo eran los agentes y abogados, y que no tenía la menor intención de someterse a sus imposiciones. Cuando el señor Rugg le explicó humildemente que hacía todo lo posible, en la medida de sus capacidades, la

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD