Capítulo XIX-2

2024 Words

Tomó una cena muy ligera pero tardó mucho y recordó varias veces el progresivo deterioro de su hermano. Aunque expresaba la mayor piedad, se refería a él casi con dureza. Dijo que el pobre Frederick… ejem… ejem… chocheaba. No había otra palabra para decirlo: chocheaba. ¡Pobrecillo! Qué pena pensar en lo que la pobre Amy debía de haber aguantado en su aburridísima compañía —divagar y balbucear, si el pobre no paraba de divagar y balbucear—, menos mal que había tenido el alivio de la señora General. Sentía mucho, repitió con la misma satisfacción que antes, que aquella mujer… ejem… extraordinaria no se encontrara bien. La pequeña Dorrit, tan afectuosa y solícita, habría recordado el menor detalle de lo que hizo o dijo su padre aquella noche aunque no hubiera tenido motivos para hacerlo. Sie

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