Fabrizio Mi corazón me pedía a gritos que le hablara, que le dijera que por fin iba a acabar con esa pelea absurda que llevábamos por orgullosos que somos, pero mi cerebro no lo hacía. Durante esas semanas, me había sorprendido sonriéndole, cuando en realidad quería ignorarla. Pero verla ahí, cada vez que venía a las prácticas, me hacía sentir bien. Tan bien como no me sentía cuando Daniela venía… cuando tenía que fingir que la quería, cuando mi corazón me gritaba una y otra vez, que no podía estar con alguien solo por costumbre. Porque eso era… la conocía desde hacía tantos años, que sentía la obligación para con ella. Cada vez que hacíamos el amor, pensaba en Letizia… no salía de mi mente ni un solo segundo y eso, no me hacía sentir para nada bien. No me gusta jugar con los sentimient