- Hola… (sonriendo al llegar al estudio de televisión de la Universidad) Me hizo reír, pues nos habíamos visto en la oficina, un rato antes. - Hola… ve por allí (le señalé el camino tratando de que mi voz saliera lo más entera posible) que te maquillen y... y... (no podía mirarlo a los ojos, cada vez que lo hacía, no podía emitir palabra coherente…)… y te tomen unas fotos. Asintió y se fue con una gran sonrisa a posar para las fotos previas a la gran entrevista que le hizo Javier, que era casi sobre los mismos temas que utilicé en mi tesis, pero que había que hacerla. Me dejó al borde del llanto con cada cosa que contaba de su hijo, y tuvo palabras especiales cuando le dijeron que le notaban diferente en los últimos meses y dijo que se debía “a un ser especial que había llegado a su vid