Estas vacaciones han sido las mejores por mucho y aunque estuve en idas y venidas entre Birmingham y Nueva York por diversos motivos, cada trayecto lo disfruté junto a mi familia quienes me dieron la dosis perfecta para quitar el mal trago que debía soportar con Camille por las conferencias a las que me inscribió sin mi consentimiento, pero esta última semana que me quedaba libre decidí dejarla solo para mis hermanos, siendo Rag mi mejor compañía desde anoche que llegó a casa de mi padre, pues este se convirtió en el mejor escondite del mundo. —¿Chiquita? —ingresé a la habitación detallando su bello despertar—. Calentaré la cena, si quieres ve a ducharte. —No quiero. —Debes hacerlo. —No —se cubrió con la sábana removiéndose chistosa. —No actúes como una niña chiquita y ve a bañarte, d