Abril Walken —¿Me dirás qué ocurre o seguirás en silencio? —no hubo respuesta, solo arenosas lágrimas es su desfigurado semblante—. Trav, si no hablas, no sabré cómo ayudarte y te recuerdo que fuiste tú quien me pidió venir a Birmingham porque no podías soportar más. —Si supieras un horrible secreto de alguien que te importa y sabes que ese secreto podría cambiar muchas vidas, ¿lo revelarías? —¿Qué horrible secreto? ¿Quién hizo qué? —intentó alcanzar la botella, pero se la arrebaté sin ser brusco al desesperarme esta actitud suya—. Hijo, háblame, me preocupa haberte encontrado así. ¿Cuánto tiempo llevas en esta habitación? —Físicamente, una semana, pero mi mente y corazón llevan atoradas aquí desde enero. —¿Por qué? —fijó su atención en la cama como imaginando algo. —¿Hace cuánto