Creo que comienzo a sentirme paranoico. Leilah dijo que vendría, no tengo por qué dudar de su palabra, pero… la espera se me hace eterna y siento que solo voy a poder sentirme sosegado cuando la vea de nuevo. Es ella lo único que me hace falta para sentirme completo, así como llegué a sentirme antes y ni siquiera me había dado cuenta. —Calma, Evan —trato de darme ánimos—, ella va a llegar. Un nudo en mi garganta se instala cuando comienzo a pensar que quizás se ha arrepentido de venir, que tal vez reflexione mejor o que se encuentra demasiado nerviosa como para salir de la casa de su abuela nuevamente. "Pareces un jodido adolescente enamorado", me ataca mi conciencia y la verdad, no tengo con qué refutarla. Mi corazón comienza a latir desaforado dentro de mi pecho al escuchar el so

