[LUKA] La extrañaba como un loco, cada parte de su geografía me hacia falta, y no me había dado cuenta de lo vacío que me sentía sin ella. Beso cada espacio suyo como venerando un templo, uno donde ahora crece mi hijo. La veo sonreír mientras beso su abdomen y ahora soy yo quien sonríe cuando ella lleva sus manos a mi cabello y enreda sus dedos. —Te amo —pronuncia agitada y de a poco subo hasta su boca. —Yo también te amo —expreso y vuelvo a besarla con toda esta revolución aun invadiendo cada milímetro de mi cuerpo. Ella acaricia mi rostro delicadamente y me mira fijamente como analizando cada gesto mío. —¿Te puedo preguntar algo? —inquiere de repente y sonrió. —Siempre puedes preguntarme lo que quieras —respondo y deposito un tierno beso en su cuello. —¿Quién es Kamilah? —cuestion