-Seguridad, seguridad. Empiezo a creer que eso no era un sedante, mi cuerpo se siente tan ligero, ni siquiera siento algún dolor, no hay embarazo, no hay sangre, no hay nada... -¿Estoy muerta? No puedo estar muerta, no puedo. Una punzada en mi vientre me hace reaccionar, no tenía embarazo pero sentía todavía los movimientos de mis hijos, y algo lejos podía oír la voz de Saíd. -Sol, despierta mi amor, no puedes dejarme, porque si tú mueres yo muero contigo, no soy nada sin ti, regresa a mi, te amo y necesito tenerte a mi lado, vuelve conmigo, con nosotros, vamos Sol eres fuerte, regresa linda... regresa. Una punzada aguda en mi vientre me hace caer de rodillas al suelo, pongo las manos en el área de mi dolor y después de eso un llanto inundó mis oídos. -Vamos nena, resiste. De pron