—¿Adónde vas?—cuestione al momento en que Arthur se levantaba de su lugar.
—Quiero descansar, me duele un poco la cabeza—admitió llevándose la mano a su frente, así que me levante para tratar de tocársela, para descartar que se tratara de alguna fiebre. No sabia durante cuanto tiempo había estado fuera de la cama, de hecho, me sorprendía que Kate no estuviera ahí cuidándolo y quizás regañándolo por el asunto, ya que el hecho de que yo estuviera desaparecida, no implicaba que él debia descuidarse, pero con el carácter de mi esposo, era muy probable que Kate estuviera molesta con él, tal vez habían peleado por mi causa.— ¿Puede confiar en que no vas a desaparecer de nuevo?
—No te preocupes— traté de tranquilizarlo—estaré bien.
Me dio un beso en la frente y después se fue con mucho cuidado
