Querida Christine: Es extraño escribirte desde la habitación qué alguna vez fue nuestra, donde compartimos sueños y esperanzas. Lo cierto es que desde que te fuiste, este lugar es lúgubre y frío... Las primeras lineas de la carta de Arthur me hicieron sentir un nudo en el estómago. ¿Qué diablos pensaba ese estúpido al escribir esas palabras sin sentido? ¿Qué no me dolerían? Golpeé la barra de la cocina para desquitar mi odio y frustración, porque no lograba entender lo descarado qué era al escribir como si fuera un maldito poeta con el corazón hecho pedazos. Me dije a mi misma qué no permitiría qué esa carta me afectará, así que continúe leyendo. ...ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos, desde la última vez que toque tu rostro y te dije te amo. Ahora, esos recuerdo