Han pasado dos días desde que Caleb y yo tuvimos una pelea en serio...o mejor dicho mi primera pelea con el fingiendo ser su esposa. En esos dos días él no ha dormido en esta habitación y aunque suene tonto fue extraño dormir sola. Pues aunque él no sea mi esposo en realidad, siendo Mia disfrutaba mucho de su compañía. —Señora, el carro está listo. —Gracias. —Llamó la señora Alison, dijo que por favor la llamara más tarde. —Lo haré, gracias. Oh si, esa es otra. La madre de Alison está algo enferma y ella está a su cuidado mientras pasa lo crítico. Me ofreció disculpas por dejarme sola en esto y le conté a medias lo que sucedió. Me da vergüenza admitir que correspondi a mi cuñado en un beso caliente. —¿Saldrás? –pregunta como si no fuera gran cosa. —Sí, está noche es la cele