Caleb ¡Lo dije! Por fin me he quitado un peso de encima al confesarle a Mía que la amo. Quería decirle desde antes que yo ya sabía que ella no era Maya, pero no encontraba el momento exacto, no quería que ella huyera o se fuera de mi. Que me odiar por engañarla cuando ella me estaba engañando a su vez. Quería sentirme tan seguro de su amor por mi y confesarle lo que siento por ella. —¿Qué has dicho? –cuestiona y puedo ver sus ojos llenarse de lágrimas. —Que te amo, Mía. Te amo, te amo. ¿Qué parte es la que no quedó clara? —Caleb tú...yo, necesito decirte porque fue que estoy aquí y, no sé qué carajos está pasando tú no debías saber nada sobre esto porque ahora vas a odiarme y yo posiblemente me lo merezca porque estoy aquí fingiendo ser ella y... —Linda, ¿no escuchaste que te dij