Vega y yo subimos al auto mientras que los otros escoltas suben a los otros vehículos y está en mi desesperación que arrancó enseguida rumbo a Varenna —Dime por favor que no te han hecho nada, que no te han lastimado, que no te han tocado…— Le pido y ella acaricia mi pierna suavemente.
—Tenía mucho miedo, dijeron que me iban a matar por haberme metido en lo que no debía, pero ustedes no le dieron tiempo a nada— Me cuenta.
—Tu padre te puso un rastreador— Le informó mientras que Giovani se adelanta para que lo siga.
—¿Qué? ¿Como que me puso un rastreador?— Pregunta completamente confundida.
La miró por un instante —La pulsera— Le explico e inmediatamente ella mira su muñeca.
—Lo tendría que matar para hacerme esto, pero ahora me doy cuenta de que sirvió para algo— Comenta y asiento.
