Al día siguiente: 31 de mayo
Debo admitir que dejar a Cristian en casa de Pía, ha sido ese golpe de realidad que por el momento se evitaba tener. Lejos ha quedado aquel niño que jugaba con su pelota de fútbol y le daba vergüenza cuando le hablaban de niñas. Hoy lo vi allí entregándole su postre favorito ha Pía, y sentí que mi pequeño ya no era tan pequeño.
—¿Te encuentras bien?— Me pregunta ella mientras que conduzco rumbo el sitio donde tendrá la reunión.
Su voz me hace regresar a esta realidad y la miró por un instante para asentir con mi cabeza y luego vuelvo a mi mirada hacia la carretera —Sí, es solo que me acabo de dar cuenta de lo grande que está mi hijo. Es difícil de explicar, pero a veces quieres que se queden pequeñitos para siempre. Sin embargo, hay momentos donde quieres qu
