Dos días después: 20 de junio Una vez más dormir hasta tarde se convierte en una misión imposible, doy vueltas en la cama hasta que finalmente me convenzo de abrir mis ojos y al hacerlo la veo a ella de pie al otro lado de la cama con una bandeja en sus manos. Sonrío un tanto confundido hasta que Vega empieza a cantarme el feliz cumpleaños y lentamente se sube a la cama dejándome ver el hermoso desayuno que ha preparado —Que los cumplas feliz—Termina la frase y me doy cuenta de que en el cupcake qué ha traído hay una pequeña vela para que la sople. Me siento, soplo la vela, y ella deja la bandeja sobre la cama para aplaudir —Muchas gracias mi hechicera— Le digo sonriente, y es ella quien acorta toda la distancia entre los dos para darme un beso. —Feliz cumpleaños esposo mío, tu primer c

