Él sabía que ella haría eso, sobre tratar de quitarlo de su vida. Sabía que nunca lo delataría. Ella no quería verlo detrás de unas rejas, su amor por él aún estaba allí, podía sentirlo. Aunque le haya dicho que ya no lo iba amar, su mirada dijo algo diferente, se rehusaba a quererle, pero no podía evitarlo. En el fondo, ella creía que su viejo amigo, estaba allí queriendo salir, pero la verdad, era otra. Judas, no era quien decía ser. Pasó años tratando de no dejar que su otro yo tomara su vida, trató de darle lo que pedía para tranquilizarlo, no tuvo saciedad con las prostitutas que le daba, él quería más y más. Entonces se rindió. Y comenzó a usar una máscara para las demás personas, incluidas ella. Natalia, la única persona con la que podía ser él mismo y ha llegado amar hasta el pun
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