—No te preocupes, hijo, simplemente yo sólo tenía algunas inquietudes con respecto a la relación que tienes con esa chica pero en ningún momento he pensado mal de ti sólo te lo digo para aclarártelo pero es bueno que me sigas diciendo ese tipo de cosas con razón esa pobre chica estaba sufriendo y la encontré llorando en esta esquina, ahora comprendo muy bien las cosas que está pasando y ahora hay que trabajar más en confianza con ella para tratar de sacarla de su estado, creo que ya está sufriendo demasiado y por supuesto que se le puede ver en su cara, es evidente que ha pasado sobre muchas cosas y me da mucha lástima porque no se lo merece, nadie merece sufrir tanto en esta vida. Ella regresó, se miraba contenta y su sonrisa lo podía decir todas, pero algo había que me llamaba la atenci