JIMMY —Mi pequeño, lamento mucho por haber venido tarde—Nikkita le daba de comer a su perro— prometo no abandonarte tanto tiempo la próxima vez— tomó de su correa y lo llevó a la sala, Fernando y yo nos sentamos en el sofá. —No puedo creer las atenciones que tienes hacia ese animal y para mí me tratas demasiado mal—Fernando se quejaba, cualquiera diría que estos dos son parejas, pero desgraciadamente mi pobre amigo estaba atado una mujer muy controladora—Entonces, Jimmy, ¿Que nos tienes por decir? muero de curiosidad. —Así es de hecho yo también muero de curiosidad, sé que tú eres muy insistente y seguro todo este tiempo que estuviste en silencio estabas trabajando por tu propia cuenta en el caso—Nikkita se dirigía a la cocina— mientras tanto calentar un poco de agua para prepararte par