ALEX MOROE —La noche está perfecta para nosotros, ¿cierto, cariño? —estaba en mi alcoba con mi esposa disfrutando un poco del silencio en nuestra mansión. —Claro que si, ¿como la estará pasando nuestra querida hija, Roxy? —No te preocupes por ella, te apuesto a que la está pasando mucho mejor que nosotros— sonreímos—tú, sabes cómo son los jóvenes de hoy en día. —Discúlpeme, señor, pero afuera en el jardín está un señor con otro chico, que vino desde muy largo y quiere hablar con usted— había llegado una de las sirvientas. —Y, ¿de quién se trata? — dejé mi taza a un lado. —Según, él, se llama a Rommell Marley y quiere hablar acerca de la señorita, Roxy, — cuando supe eso me tensé inmediatamente. —¿Y ellos quiénes son? —Margarita se había puesto en modo de alerta. —No lo sé, amor, pe