ALICE Bear se remueve inquieto en sus sueños, probablemente soñando que persigue alguna liebre y sonrío mientras lo veo sacudir sus enormes patas, últimamente su pasatiempo favorito aparte de comer y dormir, ha sido correr por la pradera con el hocico pegado al suelo mientras busca a las liebres que corren y se esconden en lo que parece casi como un juego, pues las pequeñas esperan a que él esté lo suficientemente cerca para emocionarse con la expectativa de por fin lograr atrapar alguna, y luego corren a esconderse dejando al pobre Bear agitado de tanto intentarlo, aunque tengo la sospecha de que si alguna vez llegara a acercarse lo suficiente a una de ellas lo más probable es que no les hiciera daño, pues con el pasar de las semanas he aprendido que lo único aterrador acerca de Bear