▪️Diamante en bruto▪️ Blake estaba cruzada de brazos mientras miraba a una pequeña niña lanzar harina por todos lados, hacia un desastre, pero se veía feliz. —Pagare todo, y también llamaré a un servicio de limpieza, hablaré con tu jefe— decía Sebastian mientras miraba a su hija. —Tranquilo, no pasa nada, déjala que se divierta un poco. —De verdad no quiero meterte en problemas. Blake miró al preocupado hombre que estaba junto a ella y sonrió. —Usted no cambia señor Dulac, viva un poco, si me corren, entonces tendrá que darme empleo. —Con gusto lo haría, el problema es que...solo contratamos hombres. —¿Una nueva regla de Tacoma? —preguntó ella con curiosidad. —Si, algo así. Solo digamos que fundé una nueva empresa, es pequeña, pero me deja buenos ingresos. —Oh. —Desapareciste.