Helena
Desperté en sus brazos, sintiendo el calor de su cuerpo en mi piel desnuda. Él aun dormía, su respiración era tan apacible y profunda, no recordaba tener una imagen así de él en mi memoria y tampoco haber dormido a su lado de esta manera. Todo parecía un sueño hermoso del qué no quería despertar pero los recuerdos de lo que había sucedido anoche eran la prueba de que lo que creí imposible hace unos días, hoy era real y palpable.
Me mantuve quieta observando su rostro y lo mucho que había cambiado, las cicatrices en su cuello y el ligero bronceado en su piel, ademas de lo marcado qué sé habían vuelto sus pómulos. Lo inspeccióne poco a poco mientras recordaba cada caricia, cada beso, cada embestida y cada clamor qué logro salir de mis labios debido al placer y a la excitación qué su
