El dolor de cabeza despertó a Cherry de su sueño. Sentía un latido constante en la nuca, la boca pastosa y seca, además de dolor en el resto del cuerpo. Notó que estaba acostada en una cama y por las máquinas a su lado supuso que en un hospital -¿Qué paso? -susurró. Una enfermera entró a la habitación y sonrió al verla intentar sentarse en la cama. -Miren quien despertó. Cariño nos tenías un poco preocupados. Deja que te ayude, no hagas esfuerzos. La amable mujer se acercó para ayudar y entre las dos lograron que Cherry se sentara. -No tengo idea de qué pasó- dijo Cherry preocupada. -No te preocupes, enseguida vendrá el médico- contestó la enfermera sonriendo. Colocó un almohadón en su espalda para que estuviera más cómoda y tomó sus signos vitales. -Tienes la presión un poco