[Adela]
No pude dormir en toda la noche. En la obscuridad de mi habitación buscaba con la mirada alguna luz roja o verde que pudiera estar escondida en alguna parte. Comencé a pensar en los lugares en los que posiblemente ésta podía estar pero por más que fijaba mi mirada, no había resultado. Cuando menos me di cuenta el día había llegado y el sol alumbrada de nuevo todo a mi alrededor.
―Felicidades Adela, lo lograste.― Murmuré mientras me levantaba de la cama y observaba por la ventana de mi habitación.
De pronto, sólo con saber que ya no era presa de la obscuridad me sentía segura. Amaba los días, amaba el sol ya que podía ver todo y nada me tomaba por sorpresa. Me puse de pie y sonreí al ver la foto de mis hijas que yacía sobre la mesita de noche.
«¿Me extrañarán? ¿Pensarán en mi
