Nana me ayuda a darme un baño ya sanar mis moretones. Me meto en la cama a dormir. Mas bien las pastillas que me tomo hicieron por mi. Porque realmente no iba a poder dormir. Me levanto a las tres de la tarde. Miro todo a mi alrededor. Recuerdo todo con claridad. Levanto muy adolorida. Mis brazos están llenos de hematomas. mis lágrimas dejaron salir. ¿En qué momento todo se volvió tan oscuro? Quizás siempre estuvo así y nunca lo vi -no puedo seguir aquí- susurro para mi misma. Entro al baño y me miro en el espejo. Mi rostro está lleno de golpes. Mis brazos También. Me veo tan débil y cansada. Me he convertido en todo lo que odio. Una maldita marfil. ¿Cómo puedo dejar que el haga lo que se le dé la gana conmigo? Estrelló mi puño con el espejo. No soporto verme. Pedazos de vidrio caen po