CADER. Despierto muy asustada, la alarma de mi celular está sonando, volteo a ver hacia todos lados esperando que lo que paso ayer solo sea un mal sueño, o mejor aún, solo una pesadilla de la cual me podré reír después, me levanto de la cama, y busco en todos lado mi diario, en mi bolso, en mi armario, debajo de mi cama, busco por todas partes. ¡Maldición! Eso no fue una pesadilla, Marcos en verdad tiene mi diario, en este momento quiero desaparecer. Marcos en este momento debe estar leyendo mi diario. Después recuerdo que ayer Juan estaba mal, por eso regrese a casa, salgo de mi habitación y corro hacia la cocina donde habitualmente siempre está Juan, pero no está en la cocina, me dirijo a la sala, pero tampoco está ahí, comienzo a preocuparme mucho, ayer Martina me dijo que estaba muy