Para más historias gratuitas visita www.anamargratis.com *** Marianela emergió de la oscura cueva donde había estado prisionera durante días. El aire fresco de la noche acarició su rostro, aliviando la opresión que había sentido en aquel lugar lúgubre. Genaro la esperaba afuera, con una expresión sombría que apenas ocultaba su impaciencia. —¿Lista para salir de aquí? —preguntó él, con voz áspera. Marianela asintió con determinación. No tenía tiempo que perder si quería encontrar a su esposo. Se subió al caballo que Genaro había preparado y juntos emprendieron el viaje hacia la hacienda del hermano de Catalina. El camino era largo y lleno de peligros, pero Marianela no vaciló. Su mente estaba enfocada en una sola cosa: recuperar a su esposo. Con una facilidad que sorprendió a Genaro,