Becky Cada vez que iba al hospital a ver a Maslow ya los demás niños, sintió un día menos de su vida. El tiempo se estaba acortando, tenía hasta miedo de ver el calendario porque sabía que día era hoy. Tan solo faltaba 10 días. Abrí la puerta de la habitación de Maslow, y sonreí cuando él me vio. —¿Sabes las cifras de la tienda? —Me preguntó Angie. No había tenido tiempo de checarlas, y había acordado con ella estar más presente en las tiendas, pero solo mi tiempo libre se lo dedicaba a Maslow, se lo había dicho y ella estuvo de acuerdo conmigo. —No ¿Por qué? —Una sonrisa se formó en su rostro. —Han mejorado. Al parecer ha brindado frutos las reuniones que tuvo con los proveedores ya las fiestas de los amigos de padres. —Sonríe. Fui a ella y la abracé. —Estaba segura que lo lo