Becky Luz. Mis parpados se movieron para abrirlos. Pero sentí que algo me lo impedía. Nada. Intenté otra vez. Nada. Me cansé de luchar, y caí en un sueño profundo. —Es hora de luchar por lo que es tuyo. —Dijo una voz a mi espalda. Me giré encontrando a nadie. —No dejes que nadie te vea débil, tú eres fuerte. Demuéstraselos. —Otra vez la misma voz. Nada. —¿Quién eres? —Pregunté —Es hora de que te levantes, Becky. —Busqué de dónde provenía la voz, pero venía de todos lados. —¿Por qué? —Pregunté. —No seas débil. Él está haciendo esto por ti. Demuéstrale que tú también puedes defender su amor. Que ambos pueden derrumbar barreras de acero y aplastar a las personas que les impiden estar juntos, para defender lo que les perteneces por derecho. Él es tuyo, —siguió hablando la voz. —Y tú