Capítulo cinco: ¿Existe el tiempo de amar?

1522 Palabras
Tras haber pasado aproximadamente como media hora buscando un sitio para el auto, por fin lograron estacionar el auto y aunque el sitio no era muy cercano al centro comercial, al no haber encontrado uno más cerca, no les quedo de otra que estacionarlo hasta allí, ya que se habían cansado de estar buscando uno y no encontrarlo, por otra parte, en vez de vaciarse el estacionamiento cada vez estaba más lleno. Y el tiempo no espera a nadie, literalmente vuela cuando menos lo esperas. Lynette tomo su bolso se bajó del auto a prisa, seguida de Jess quien iba detrás de ella completamente emocionada, ya había sido un largo tiempo de la última vez que había ido de compras, ambas amigas ingresaron al centro comercial. Visitaron todo tipo de tiendas, desde las que se veían más caras hasta las que se veían económicas, estuvieron revisando los hermosos vestidos que tenían cada una de ellas, asi mismo estuvieron comparando los precios de cada uno, para de esta manera no gastar demasiado. Lynette odiaba gastar demasiado dinero, no estaba muy de acuerdo en ir de compras y solamente escoger lo que costaba más, no era una competencia de quien podía y tenía más dinero para malgastar, por otra parte, Jess, si tenía un límite acerca de lo que podía utilizar en la salida. ... A pesar de que Ly podía gastar el dinero en lo que quisiera sin límite alguno, Jess no la envidiaba para nada, podría tener el suficiente para cualquier cosa y aunque hubiera nacido en una gran casa, tuviera una gran fortuna y unos padres reconocidos por la sociedad a donde quiera que fueran, ella estaba agradecida por la vida que tenía, claro, sus padres no podían darle todo lo que los padres de su amiga le daban a ella, pero ellos siempre estaban para ella. Aunque Ly pareciera tenerlo todo, no era de este modo, el hogar de Ly tenía sus propias restricciones, ella como hija única tenía que acatar las palabras de sus padres, inclusive tenía que dejar de lado el cómo se sentía para complacerlos, mientras que ella era totalmente libre, podía escoger la vida que quería llevar y sus padres no serían capaces de oponerse a ello. En cambio, su amiga vivía encadenada a alcanzar el ideal que sus padres le establecían, vivía el día como si no fuera un tormento y asi mismo abandonando cada cosa que tenía ganas de intentar o entusiasmo por realizar. La vida de Jess no era fácil, pero estaba complacida con ella. Aunque le tocaba trabajar y estudiar al mismo tiempo, lo disfrutaba, no estaba obligada a hacerlo, solamente lo hacía por querer ayudar a su familia, Jess se ganaba cada peso con esfuerzo, y ahorraba durante 4 meses para poder enviarle una parte a su familia sin falta, el restante lo utilizaba para darse uno que otro gustito, disfrutaba ir de compras, se relajaba cada que iba y escogía cosas personales para sí misma. Inclusive se ponía orgullosa de poder mantenerse a sí misma, en el fondo lo sabía, nada de eso hubiera sido posible si no estuviera viviendo con Ly, un apartamento tan bonito como ese no era algo que pudiera costear sola, Ly le rentaba muy barato, lo que le permitía seguir apoyando en casa y estaba sumamente agradecida con su amiga. ... Caminaron hasta el fondo del centro comercial, eran las ultimas tiendas que quedaban por revisar, Lynette traía 4 bolsas de compra y su bolso, por otro lado, Jess traía consigo 3 bolsas y una sonrisa enorme que demostraba lo satisfecha que estaba. Justamente a las 4 de la tarde ingresaron a una tienda color rosada, era bonita, pero nada comparada con las otras tiendas que habían visitado con anterioridad, además parecía que nadie la había visitado en bastantes meses, el interior de esta era limpia y estaba lleno de bastantes prendas, algo que las sorprendió. Sin poderlo evitar Jess nuevamente se emocionó. Reviso cada prenda que se ajustara a sus gustos, con sus manos deslizo cada prenda que no fue de su agrado y prosiguió a seleccionar felizmente, luego de haber seleccionado 5 prendas se apresuró a entrar al probador. Al salir del probador traía puesto un precioso vestido azul que le llegaba hasta los tobillos, era una prenda super ajustada que resaltaba a la perfección sus caderas, hizo diferentes poses delante de Lynette con una sonrisa. —¿Como me veo? —le pregunto girando lentamente delante de ella, Ly se río ante Jess mientras exclamaba—Preciosa, Jess. ¡Te vez hermosa! Le tomo la mano y la hizo dar una media vuelta—Deberías ser modelo. Al escuchar el halago de Ly, Jess sonrió mucho más, mientras tanto Ly pasaba sus ojos por cada uno de los vestidos que se encontraban a lado de los probadores, estaban totalmente revueltos y con toda la razón, estas eran prendas que al final otras personas decidieron no llevarse. Su vista se detuvo en una pieza especial, el tema de la prenda tenía un significado muy profundo para ella, era un vestido hecho exactamente para una cita romántica, nunca había ido a una. Cuando era más joven nunca salió a ningún lado, prefirió invertir más las horas de su día en mejorar y alcanzar las estrictas calificaciones que le impusieron, además tampoco era como si tuviera con quien ir, incluso cuando lo tuvo, no fueron a ningún lugar, el chico con el que salió aproximadamente 3 años se encontraba en su misma situación, acordaron que estaban demasiado ocupados y solamente se vieron en el instituto. Pero no era que estuviera ocupada, era cansancio físico y mental por querer hacerlos feliz. ¿Acaso el tiempo de las citas ya había terminado? ¿El tiempo de enamorarse ya había acabado? La verdad es inicio y finalizo cuando menos se dio cuenta de ello, realmente fue muy corto el momento en que amamos, más bien el amor es muy corto, supongo que todo tiene una fecha de vencimiento, incluso si nosotros mismos aseguramos que sera eterno el sentimiento sabemos internamente que no sera de ese modo. Por alguna razón, las veces que miraba cosas de pareja siempre divagaba demasiado acerca de lo que era su vida en esta época. No podía evitar sentir nostalgia y tristeza además el pasado con ese chico no la dejaba ser feliz, hubo demasiadas cosas inconclusas. Incluso envidiaba a las personas que tenían a alguien a su lado, pues ellos tenían con quien compartir sus preocupaciones y todo lo que sentían, pero ¿y ella? bueno ella tenía a la soledad a su lado. ¿Quizás no estoy satisfecha con mi vida? —pensó en silencio sin haber quitado sus mirada de la prenda. Sin embargo, a veces realmente no los envidiaba, sus pensamientos y sentires en muchas de las ocasiones se volvían contradictorias, al punto en que en verdad no sabía lo que quería, si, si quería una pareja, pero realmente no la quería, porque pasar dos veces por lo mismo era algo que no estaba dispuesta a dejar que ocurriera. ¿Tal vez los amores estan destinados a fracasar? ¿Existe alguien perfecto que sepa querer? Lynette estaba tan perdida en sus pensamientos que ni siquiera noto que Jess la estaba observando —Te pille—menciono Jess tocando el hombro de Ly provocando que se asustara—Si te gusta, pruébatelo—menciona sin dudar su amiga, pero ella niega moviendo su cabeza y desliza su mano hasta otro vestido, dándole la espalda al que había estado viendo. Sin pensarlo dos veces seguidas entra al probador rápidamente, Ly ni siquiera había visto el vestido que agarro, estaba más preocupada de que Jess le cuestionara algo que simplemente tomo lo primero que pudo tomar. El vestido en su mano, era bonito, pero, no le hacía feliz. La prenda era algo corta, tenía un corte en forma de corazón en el pecho y era de color blanco, y traía un estampado de flores negras desde la cintura hasta llegar al corte de corazón, no era pegado, al contrario, era ancho desde la cintura y le llagaba a la rodilla. Se ajustaba bastante bien a su cuerpo y la hacía parecer una persona distinta a quien era en casa normalmente, luego de observarse por unos minutos salió del probador. —Jess, mira—le hablo señalando el vestido y haciendo unas cuantas poses como si fuera una experta su amiga la miro y sonrió. Una sonrisa puede cambiarlo todo. ¿NO? Si estas feliz, sonríes. Si estas triste, sonríes. Ahora si pareces tú y no esa NO escritora pegada a la computadora—susurra tomando su mano y haciendo que dé una vueltecita. —Eres más que hermosa Ly. —ese comentario la hace feliz, realmente es una insegura. Se dirigieron a la caja para pagar todo lo seleccionado inclusive el precio resulto ser accesible, tras haber pagado salieron de la tienda y en lo que iban caminando Jess tuvo una idea. —A conquistar—casi a gritos y sin pena se expresó mientras la llevaba casi a arrastras del centro comercial.
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