Magnus Vorg La expresión de Hera es indescifrable. Su rostro permanece completamente inmutable, sin un solo gesto que delate emoción alguna, mientras Shayan relata con serenidad amarga los traumas por los que ha tenido que pasar su hermana Seren... por culpa de ella. — No nos iremos con rodeos — dice Thea, con una firmeza que corta el aire, sin apartar la mirada de Hera ni por un segundo —. Eres un ser despreciable para nuestros mundos, y estamos seguros de que eres plenamente consciente de lo que tu madre y los Alfas Vorg le hicieron a tu padre. Así que seremos directos. Hera no pestañea. Ni la dureza de las palabras de Thea ni el juicio contenido en cada una de ellas logran conmoverla. Permanece erguida, serena... casi altiva. Sus ojos se mantienen fijos en Thea, brillando con un mati

