Zafir observaba cómo Dominic salía de la habitación con un sentimiento de frustración y preocupación. Sabía que lo que le pedía su cuñado era arriesgado, y no estaba dispuesto a traicionar a Jade, pero al mismo tiempo, el Alpha de la manada entendía la gravedad de la situación. La vida de Melissa pendía de un hilo, y Dominic estaba convencido de que solo él podía hacer lo necesario para resolver este misterio.
El conflicto entre su deber como Alpha y su lealtad a Jade se estaba volviendo abrumador. Mientras meditaba sobre lo que debía hacer, escuchó pasos apresurados en la escalera. Jade bajaba rápidamente con una expresión de preocupación en su rostro.
— Zafir, ¿dónde está Dominic? — preguntó con urgencia.
Zafir suspiró, sin estar seguro de si debía contarle la conversación que acababa
