Mientras ambos comenzaban a acercarse al hospital, los nervios que sentía Jade por lo que se pudiera encontrar, sobrepasaban todo lo malo que antes le había pasado. - Tranquila - Zafir murmuró y entrelazó su mano con la de ella - Tus padres van a estar bien. - ¿Tu crees eso? - Jade lo observó con sus ojos llorosos. - Yo creo que tanto tu madre cómo tu padre son demasiado fuertes - Ella asintió - Vamos a investigar lo que pasó - Señaló la puerta del hospital - ¿Te parece? - Si - Musitó - Vamos adentro. Con las manos entrelazadas entraron a la sala de espera del hospital. Zafir comenzó a observar a su alrededor para poder encontrar a alguna enfermera que pudiera ayudarle. - Disculpe señorita - Alzó su mano para que le pudiera prestar atención - Necesitamos saber el