Jade observó a Erick y suspiró al notar que estaban a punto de llegar a su casa. Estaba claro que algo había cambiado en ese día para los dos, por lo que el ambiente tranquilo que antes sentían cambió completamente por uno frívolo. La loba saludó a los guardias que se encontraban enfrente de la entrada y fue así cómo el auto logro pasar a la manada. Después de que su novio manejara unos cinco minutos más, se logró observar el jardín que tanto conocía. Comenzó a quitarse el cinturón de seguridad esperando a que Erick se estacionara y así detuviera el auto. - Listo - Su novio la miró cuando detuvo el auto - Sana y salva. - Erick - Lo miró con tristeza ante lo que estaba pasando - ¿Seguro que estamos bien? - No Jade - Le sonrió sin mostrar los dientes - No lo estamos y eso ya