Me encontraba guardando la ropa de mis hijos en dos maletas diferentes. Dominic estaba jugando con su consola, mientras que Jade se encontraba sentada con las piernas cruzadas viéndome atentamente. - ¿No quieres ayudarme a empacar Jadesita? – Ella negó - ¿Por qué no juegas con tu hermano? - No quiero ir con Nicolás a España – Se cruzó de brazos, a lo que yo fruncí el ceño y dejé lo que estaba haciendo para acercarme a ella. - ¿Nicolás te hizo algo? – Se quedó callada pero negó con su cabeza - ¿Entonces por qué tienes este odio hacia él? - Porque no puede ser mi papá. Yo ya tengo uno – Un poco ya harta con su forma de ser, la miré seria. - Jade, quiero que te detengas. Nicolás no es tu papá, pero los quiere muchísimo y siempre ha visto por ustedes.