Al momento de decir eso, lo solté indignada. No podía decirme eso, no tenía el más mínimo derecho de hacerlo y tampoco de hablar mal de Dominic. - Y ni se te ocurra defenderlo – Me señaló Nicolás – O sabré que son tal para cual – Me miró de arriba abajo con notorio asco . - Eres un idiota Nicolás – Le contesté ya enfadada – Dominic no te hizo nada y yo tampoco. ¡Estuve contigo cuando más me necesitabas! Te acompañé en cada paso que dabas y en las situaciones en donde te caías. – Me acerqué retadora a él – Y te acompañé en todo el luto de tu madre. Abrió los ojos sorprendido y enojado. Sus pupilas comenzaron a dilatarse, aquel color verde que tanto adoraba, se convirtió en uno totalmente n***o. Su respiración comenzó a descontrolarse y sus manos se cerraron en