Melissa se despertó de su siesta al escuchar ruidos afuera de su cuarto. Bufó frustrada ante dicho escándalo, por lo que su mano se dirigió al espacio en donde su mate debería de estar dormido para poder despertarlo y así ver quien era el responsable de dichos ruidos. - ¿Dominic? - Abrió sus ojos de par en par al observar que no había nadie a su lado - Ni de broma. Suspiró cansada al saber que ella debía de ir a ver a donde se originaba todo ese ruido, por lo que se decidió por parar y caminar hacía afuera de la habitación. Una de sus manos se dirigió a la cuerda suelta que tenía su bata y procedió a amarrarla por la brisa de la noche. - Voy a matar a ese lobo - Gruñó al saber que lo más probable sería que el ruido era proveniente del despacho de su esposo. Comenzó a bajar