Alimentaba a mi hijo mientras pensaba en el juicio, Bael cuidaba la entrada de la habitación, mientras que yo terminaba de alimentar y dormir a mi hijo. — Tu padre a decidido que te llamemos Belial. — le dije a mi hijo mientras miraba su pequeño rostro, él sonreía al mirarme, como si mi voz le causará alegría. — dice que es un nombre poderoso. — suspire. — pero a mí no me gusta. — continúe. — no le digas a papá que yo dije eso, quiero llevarme bien con él. — Belial agarró mi cabello con su manita y lo jalo. — Creo que a él tampoco le gusta. — dijo Bael divertido desde la puerta, levanté la mirada un poco atascada con la manita de mi pequeño, al menos está vez mi cabello cubría mi pecho. Bael se acercó a paso decidido al ver que mis manos estaban sosteniendo a Belial y que el pequeño en