Sarah. Es temprano, estoy a punto de ir a preparar el desayuno cuando Matthew entra a mi habitación. —Cariño, necesito hablar contigo. Él se ve muy serio. —Sí, dime. —Solo quiero que me escuches, Sarah. —Lo haré, Matthew. Me siento al borde de la cama y el se sienta a mi lado, toma mis manos. —Sarah, yo se lo que Lucas te hizo, nunca se lo voy a perdonar, pero me prometí no mentirte y te lo diré de una vez, desde hace algunos días visito a Lucas, la primera vez fui y solo y la segunda lleve a Aly, no puedo evitarlo, Sarah. Es mi hermano y cada vez que lo abraso siento que lo amo, lleva mi sangre y es una parte de mí. »Pero tu eres el amor de mi vida, si me pides que nunca jamás lo vuelva a ver lo haré, nadie es más importante que tu, mi amor. Además hay otro problema, hoy sal