Isabella fue la primera en despertarse a la mañana siguiente, sintiéndose renovada a pesar de un pequeño dolor en la parte baja de la espalda, ella se giró y encontró a Owen aún profundamente dormido, roncando suavemente, y no pudo evitar sonreír. —Se ve tan tranquilo y tierno… —pensó, preguntándose si debería buscar su teléfono y tomarle una foto mientras dormía. Sin embargo, después de observarlo unos minutos más, jugando de vez en cuando con los mechones de su cabello que se habían desordenado, decidió no hacerlo, no había necesidad de tomarle una foto cuando lo tenía para ella sola por el resto de su vida. Decidiendo dejarlo dormir un poco más, se deslizó con cuidado fuera de la cama y caminó de puntillas hacia el baño, procurando no despertarlo. Después de tomar una ducha rápida y

