El nombre Tyche, diosa de la riqueza, Smith era bien conocido en la industria empresarial, por lo que Rodrigo había escuchado, era una multimillonaria hecha a sí misma que, por su cuenta, había elevado su fortuna hasta la cima, sin embargo, hasta el día de hoy, permanecía en el anonimato, contactando únicamente a aquellos que consideraba dignos de ser sus socios comerciales.
Por eso, cuando Rodrigo recibió una llamada de alguien que afirmaba ser ella, no pudo contener su emoción, sin importarle que la hora fuera un tanto inapropiada para un asunto de negocios.
—¿Una propuesta de negocios, dice? —repitió sus palabras, dejando a un lado la partida de ajedrez que estaba jugando consigo mismo, mientras ideaba estrategias para su último plan, y se dirigió hacia la amplia ventana que ocupaba u
