—¡¿Billy?! — Isabella quedó atónita, con los ojos desorbitados pues no esperaba verlo allí, ni en ningún otro lugar, en realidad —Bill… —Logró volver a decir hablar tras un rato, mientras su cerebro aún intentaba procesar lo que él hacía siguiéndolos—. ¿Qué haces aquí? No, mejor dicho, ¿por qué nos estás siguiendo? Owen se giró hacia su prometida con las cejas levantadas después de escuchar cómo llamaba por su nombre al hombre que los seguía. —¿Lo conoces? —Es el asistente de Travis—las palabras salieron sin esfuerzo de la boca de Isabella, aunque ella seguía tratando de entender qué estaba pasando. ¿Estaba trabajando para Jamil? ¿Era por eso que los seguía? Sintió un repentino y violento estallido de ira en su interior, por supuesto que Jamil era capaz de algo así: convertir a aquello

