Esas palabras fueron como un chirrido en los oídos de Travis. —¿Inseminación artificial? —repitió, frunciendo el ceño de una manera que mostraba claramente su desaprobación. No era que Isabella le importara precisamente lo que Travis pensara, de hecho, la opinión de Travis era lo último que le preocupaba porque lo primero era el bienestar de su hija definitivamente. —Sí, no pensaste ir tan lejos, ¿verdad? — Isabella inclinó la cabeza hacia un lado y una sonrisa de satisfacción asomó en sus labios ante la expresión desconcertada de Travis. Bien merecido, pensó Isabella, deseando decirlo en voz alta, pero, considerando el temperamento explosivo de Travis y el hecho de que se meterían en otra discusión frente a la habitación de Valery, reconsideró sus opciones y, por la cordura de su hi

