Hace apenas unos días, el imperio Montoya tenía un patrimonio neto de más de diez mil millones de dólares, hoy, después de que tantos inversores retiraran sus inversiones, apenas alcanzaba los tres mil millones.
Al ver esa cifra frente a él, Melvin sintió como si de repente le hubieran arrojado una roca en la cabeza.
—¡¿Cómo demonios pasó esto?! —preguntó Melvin a Kennedy, esperando impacientemente a que su asistente le diera una respuesta.
La respuesta, sin embargo, llegó en forma de un documento.
—El abogado del señor Bryce trajo esto —explicó Kennedy mientras colocaba el papel sobre la mesa frente a Melvin.
Melvin echó un vistazo al contenido y, menos de un minuto después, la decepción lo inundó.
—¿Qué? ¿Qué dice? —preguntó Rodrigo mientras se acercaba, ansioso por confirmar que l
