[ANYA]
Trato de concentrarme en mi trabajo, pero es prácticamente imposible. No puedo dejar de pensar en la propuesta que me hizo mi padre. Sé muy bien que en otro momento de mi vida, no hubiera dudado ni siquiera un solo minuto en aceptar esta propuesta e irme a vivir a Alemania, pero ahora todo es muy diferente. por primera vez en mi vida tengo ganas de construir algo con alguien e irme lejos de aquí sería algo que simplemente truncaría todos mis planes.
Frustrada por la poca concentración que tengo, apago mi computadora, me levanto de mi silla, agarro mi bolso y salgo de la oficina. Ni siquiera tengo ganas de decirle a Renzo que me iré a dar un paseo. Sé que, si lo hago, él comenzará a cuestionarme lo que está ocurriendo y por ahora necesito pensar en esto a solas.
—Señorita Garnier,
