[RENZO] Después de un exquisito día disfrutando de las playas cálidas y turquesas de esta isla, ahora tengo a mi esposa sentada entre mis piernas dentro de esta hermosa tina. Definitivamente esta casa es el sitio perfecto para el romance, y es que incluso esta tina está ubicada estratégicamente paralela a un enorme ventanal con vistas al mar y esa luna que lo alumbra —¿Se ve de afuera?— Pregunto un tanto preocupado ya que solo parte del cuerpo de Anya está cubierto por la espuma. —No, no se ve, no te preocupes. Además, no hay nadie, es una playa privada— Responde segura y acaricia mis brazos los cuales la rodean bajo la altura de sus pechos. —Me quedo más tranquilo entonces— Digo divertido y ella apoya su cabeza sobre mi pecho para que la pueda ver mejor. —Me extraña que haya aceptado